“Las líneas que siguen pretenden reflexionar sobre aquellos aspectos que, directa e indirectamente, han condicionado las actividades arqueológicas llevadas a cabo en el Lomo de Arico. Un aspecto esencial ha sido la relación establecida entre arqueólogos con escasa experiencia en el mercado laboral, es decir, con formación eminentemente investigadora y docente, y empresas que, por el tipo de actividades que desarrollan, intervienen sobre el patrimonio. Resulta evidente que, en un principio, los intereses de ambos agentes sociales en relación a la mejor forma de proteger el patrimonio parecen distantes, sin embargo, se hace necesario un entendimiento mutuo que, coordinado desde las instituciones con competencias en la materia, permitan resolver ambos intereses sin contradicciones entre ellos.
Como agentes involucrados en la conservación, gestión e investigación del patrimonio, los arqueólogos deben conocer, al menos, las dificultades a las que el resto de agentes sociales hacen frente, ya que de una u otra manera, terminan afectando a la labor del arqueólogo. Entendemos que facilitar a las empresas públicas y privadas la resolución de los problemas con el patrimonio, es una vía eficaz para lograr una protección más adecuada del mismo. Desde este punto de vista, consideramos que dejar vía libre a empresas sin capacitación profesional en materia de patrimonio es permitir la libre destrucción de los recursos culturales y naturales. Por tanto, los arqueólogos, como profesionales, debemos involucrarnos plenamente en el problema con el fin de lograr un entendimiento entre el ámbito patrimonial y los intereses empresariales”.
Artículo completo en: Francisco Pérez Caamaño y Javier Soler Segura (2005): Intervención arqueológica en el Lomo de Arico (Tenerife). Reflexiones en torno a la relación entre Patrimonio, Empresa y Arqueología en Canarias. V Jornadas de Patrimonio Histórico, Lanzarote, 2005.
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