El cielo medio nublado presagia lluvia en esta parte de la Cordillera Septentrional, pero nada inquieta a Jorge Ulloa, un experto del Museo del Hombre Dominicano (MHD) que examina vestigios precolombinos del más reciente e importante hallazgo arqueológico reportado en República Dominicana.Hay cerca de cien montículos esparcidos en la cima de una colina bautizada como Julio Martínez y en cada uno de ellos, sin escarbar mucho en la tierra húmeda, Ulloa va encontrando vasijas de barro, conchas marinas, ceniza y otros restos que confirman que alguna vez hace más de quinientos años, una población numerosa se asentó en este lugar ubicado a muy pocos kilómetros del Atlántico. Pero en los alrededores, el arqueólogo del MHD descubre también rastros de un visitante más reciente: fogones apagados de excavadores furtivos que destruyen el patrimonio arqueológico y que sustentan un negocio millonario del que públicamente se habla muy poco.
(Gracias a Jose Farrujia de la Rosa por la información)
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