Conservación y Difusión del yacimiento arqueológico de Los Barros (Gran Canaria)

El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez, y el gerente del Centro Comercial El Mirador, Lorenzo Esma, han firmado este martes un convenio de colaboración para la conservación, mantenimiento, seguridad y difusión del yacimiento arqueológico de Los Barros, en Jinámar. El acuerdo obedece tanto al interés de El Mirador en promover y difundir entre escolares, residentes y turistas, el valor arqueológico del yacimiento, que se halla dentro de su propiedad, como a la obligación del Cabildo de Gran Canaria de dinfundir y conservar el patrimonio histórico insular, del que también Los Barros forma parte. Así, tras haber acometido la restauración y consolidación de una casa prehispánica –una de las más antiguas halladas hasta ahora en la isla- así como las obras de drenaje necesarias para la conservación preventiva del yacimiento, el Cabildo se compromete ahora a seguir colaborando en el mantenimiento del enclave, a incluirlo en sus rutas y soportes informativos sobre yacimientos grancanarios visitables, a aportar la señalética y a asesorar a los responsables de El Mirador.
Por su parte, el centro comercial incluirá el yacimiento en su punto de información y directorios y lo mencionará en sus soportes y acciones promocionales, incorporándolo a las visitas de escolares a sus instalaciones –con información rigurosa facilitada por el Cabildo, desarrollando otras propuestas divulgativas y velando por la seguridad y limpieza del mismo, sin perjuicio de cuantas acciones divulgativas, investigadoras o de inspección se lleven a cabo desde la Corporación Insular.
Los Barros cuenta con edificaciones prehispánicas -los trabajos realizados han hecho posible la documentación de un amplio espacio doméstico integrado por distintas casas y una cueva artificial, en óptimas condiciones de conservación- descubiertas durante la construcción del centro comercial, y cuya datación, realizada a través de una pieza de madera procedente de un quicio, las sitúan en torno al siglo V d.C., siendo de las más antiguas de la Isla. 

Fuente de la información: Revista Tara